viernes, febrero 23, 2007

Una semana para recordar...

Es viernes y la semana ha estado de locos. Antes que nada quiero decir: me adelanté a los hechos, me ilusioné rápido y al final nada... Pues no, aún no encuentro al "príncipe azul", ni al morado, verde ni siquiera al azul pálido. A lo largo de estos 23 años (casi 24 pero me rehuso a cumplirlos) he aprendido a no forzar las cosas, pero hasta ahora no he aprendido a ser paciente y menos a dejar de soñar e ilusionarme. A veces esa forma de ver la vida tiene sus ventajas, pero en otras termino entristeciendo. En fin, no resta más que esperar... ojalá no sea mucho tiempo.
Mi semana de locos empezó el martes cuando llevamos (Guadalupe y yo) a comer a nuestro asesor de tesis pues estamos a un paso Guadalupe y a dos yo de titularnos. Por fin podrán decirnos "licenciadas" sin ningún remordimiento de conciencia personal por ser pasantes. En cuanto a la comida, fuimos a Polanco a degustar platillos franceses a L'Olivier. (¿Qué sangronas no?). Pues no, más bien lo hicimos para agradecerle a Ricardo Magaña su tiempo, paciencia y dedicación durante un año. El lugar fue elegido por Guadalupe pues la comida favorita de nuestro asesor es la francesa... y no estuvo nada mal. Paradojas de la vida en París comí todo el tiempo hamburguesas y kebabs (comida árabe) y hasta el martes comí algo francés... éramos pobres en ese viaje.
El miércoles tuve mi "primera" entrevista de trabajo y parece que les pareció "bueno" mi currículum, después de una entrevista en inglés que me puso nerviosa porque pensé que el examinador sería una persona con acento de nativo, aún espero que suene el teléfono con una respuesta que quiero y no escuchar: Ya tienes trabajo. ¿Por qué no la quiero escuchar? ja ja ja. Traumas, me quieren como publi relacionista que maneje una cuenta de una empresa gringa. Tendría que platicar por teléfono con la encargada de la publicidad en Estados Unidos... HELP!!!!
¿Quién dijo que no hay trabajo? Hoy tenía que ir a una entrevista y no fui. ¿Por qué no fuiste? pues porque cuando me dijeron que era una entrevista de trabajo yo de inmediato dije sí, pero cuando colgué y analicé la dirección del lugar dije no. El trabajo era en Tecámac (Edo. Méx.) en el kilómetro 34 1/2. Ya no llamé para cancelar pues ni siquiera tengo el teléfono. Señorita reclutadora... I'm sorry... Lo bueno es que no era en el "Kilómetro 31" jijiji...
Si a lo anterior le aunamos que todos los días me he desvelado con tal de hacer ejercicios para la clase, me he puesto a estudiar como loca inglés y he dormido cinco horas todos los días (sé que es mucho a comparación de las 2 que un día dormí cuando estaba en la universidad y no precisamente por tarea sino por colgarme en el teléfono). Imaginen cómo termino la semana que en realidad para mí concluye el domingo...

miércoles, febrero 14, 2007

Hombres... hombres...

Ya sé que ni ustedes nos entienden, ni nosotras los entendemos y por lo mismo no debería de maquilar telarañas en mi cabeza, pero últimamente me he repetido el trillado "¿quién los entiende?". Hasta ahora no he encontrado respuesta a una de las miles de preguntas que hombres y mujeres se han hecho a lo largo de su existencia. Y adivinen qué... ni los filósofos más sobresalientes, ni los poetas más inspirados encontraron la respuesta a la eterna pregunta.

Quiero pensar que es cuestión de educación, de visión del mundo y hasta un poco de perspectiva de género, pero por más que me digo: "Nallely, es hombre... entiéndelo", no logro descifrar qué es lo que piensan los hombres cuando tienen el primer contacto con la mujer que les "mueve el tapete", cuando la besan, cuando la tocan, cuando la ven y se sonrojan... qué es lo que sienten cuando la extrañan, cuando la desean, cuando dejan de escucharla y ansían verla... Qué pensarán cuando nosotras los buscamos, les damos señales... ¿se hacen los inocentes o juegan a engrandecer su ego, su vanidad?... Qué pasa si ellos nos buscaron y nosotras no les hicimos caso y después de un tiempo les llamamos... ¿Toman venganza por la inicial negativa?

Tengo tres opciones:

1. Me siento a esperar la respuesta de manera paciente.
2. Me pongo a pensar en la respuesta de manera impaciente.
3. Dejo de pensar en la pregunta y, por ende, en la respuesta y mejor me hago la que no vio nada...

viernes, febrero 09, 2007

Hilvanando ilusiones...


Mis amores fallidos han dejado la huella del odio... Gracias a ellos aprendí a odiar a las promesas porque nunca son cumplidas y a odiar a la espera porque cuando fui el retrato de Penélope me cansé de tejer recuerdos... Me cuesta pensar que llegará alguien que llene el vacío ávido de ilusiones y amor sincero.
Ahora que abro los brazos a una experiencia nueva sólo quisiera disfrutarla mientras dure sin pensar en qué pasará después...

jueves, febrero 01, 2007

I get out of mind...

Cosas que me hicieron enojar ayer:

1. Uno de mis sinodales no me dio el voto pues ni siquiera había comenzado a leer mi tesis...
2. El lunes en una consultoría me dijeron: "Entrarías a las 4 AM a trabajar... ¿Sabes manejar?" ja ja ja ja... "NO sé manejar"... Me pregunto si me iban a pagar bien por levantarme a las 2 AM para llegar puntual...

Cosas que me hicieron enojar hoy…

1. Llegué a las 8:00 AM al salón y sólo estaban tres alumnos. A las 8:15 eran cinco y yo estaba enojada porque no podía comenzar a explicarles un tema nuevo.
2. Últimamente, me chocan las oficinas del edificio de la coordinación de comunicaciòn en la facultad… (no recuerdo la letra… ¿F?). Los escritorios están hasta el fondo y si estás esperando a que un profe se desocupe o por lo menos sepa que estás afuera para que no se tarde, ¡olvídalo! Te puedes quedar esperando un buen rato.
3. Fui a la facultad como a las 10 de la mañana, porque uno de mis sinodales me iba a dar mi tercer voto. “Me iba a dar” porque cuando me vio me dijo: “No lo tengo. Tuve problemas personales y ni siquiera comencé a leer tu tesis. Regresa en dos semanas”. Con una sonrisa le respondí: “No se preocupe, regreso en dos semanas”… ¿No merezco estar enojada?
4. Tomé el pumita por aquello de que ya dejé los tenis (al menos entre semana) y ahora me pongo dizque tacones “altos". Ahora me visto bien "pinky winky"... eso creo. El puma se tardó mucho y cuando llegó yo no había terminado de escribir un mensaje en el celular. Me subí al puma escribiendo el mensaje y agarrándome con una mano. Cerca de tienda UNAM enfrenó el conductor porque casi aplastábamos a un taxi. Por poco me caigo.

Cosas que me hicieron enojar cuando estaba en el metro…

1. ¡HOMBRES! ¿Nadie pero nadie les ha dicho que cuando se sientan en lugares para dos personas no deben de abrir sus piernas tanto? ¿No se dan cuenta que el/la que viene junto a ustedes no cabe y va volando? ¡Espacio vital!

Posdata: Lo siento, no suelo ser tan exagerada ni sangrona pero a veces es inevitable no estresarse con ese tipo de cosas. Más si esperaba tener cuatro votos para hoy…