jueves, julio 08, 2010

Adiós Cancún...

Hoy sé que tampoco serás tú pero gracias a eso pude ser más un poco yo. Hoy me inunda la nostalgia, la tristeza y hasta un poco del amor que no podrá concretarse.

Aún recuerdo tu sonrisa, tus ojos vivos llenos de esperanza, de alegría y de inmensidad sin retorno. Recuerdo tu olor en mi pelo, en mi espalda y en mis manos. Tu sonrisa interminable, siempre dispuesta a guiar mis pasos, mi sentir y mi ternura.

En la arena dejé tus fríos pasos, tus tiernas palabras y tu aliento siempre encendido y esfumado en tabaco.

El mar se llevó con él todo lo que no pude darte y aquello que te di en silencio, en la oscuridad de aquellos besos desesperados y de esas sonrisas que se volverán eternas.

Hoy sé que tal vez estoy más viva en amores difusos, imposibles e inalcanzables... como en el tuyo.